La naturaleza, la evolución y las mutaciones. Darwin y Mendel de la mano.
Desde la teoría evolutiva de Darwin que apuesta por la selección natural hasta las leyes de Mendel que predicen por cálculos matemáticos las posibilidades reproductivas de una pareja, hay un buen porrón de años, y a día de hoy hay teorías genético-evolutivas que condensan ambas fuentes de información.
Es fácil encontrar material de estudio al respecto, ya que hablamos de temas en estudio a día de hoy, que forman parte del currículo escolar en casi todo el planeta. Pero llenar este post de datos y teorías ajenas, no creo que deba ser la mejor opción, si queréis saber sobre ese tema, buscad y disfrutad de ello, yo me pregunté en su día ¿Qué hubieras hecho tú, si te hubieran pedido diseñar la evolución?
Bueno a grandes rasgos, con los datos de que dispongo a día de hoy sobre el tema, y tomando en cuenta muchas posibilidades necesarias y cotidianas, como por ejemplo la adaptación al medio, la migración, los cambios ambientales y de hábitos alimenticios por circunstancias ajenas, como climas o plagas.
Desde luego creería firmemente en la necesidad de crear una vida capaz de evolucionar, para evitar su extinción, pero no me preguntaba la necesidad sino la forma de optimizarla sin necesidad de cambiar nada durante su proceso.
Lógicamente, la posibilidad del alelo recesivo, es precisamente la que potencia la evolución, porque un individuo cualquiera, que necesite adaptarse a un medio debe poder cambiar generacionalmente para asegurar su descendencia, de tal manera que no podemos diseñarlo como el objeto de una necesidad, porque habría que diseñarlo para reaccionar rápido ante una situación concreta, y la mutación debe adaptarse a las generaciones venideras.
Diseñarla pues, para reaccionar ante una adversidad, era un error temporal, porque seguramente no daría tiempo a modificar la genética del ser, lo suficientemente rápido como para que se salvase del problema ambiental.
Entonces había que crear un sistema que diera la posibilidad de mejorar la especie, y prevenir los posibles inconvenientes que pudieran surgir de manera futura, por lo que deberían ir acumulando cualidades necesarias para adaptarse al medio en el que habitaran sin una idea clara, de cuáles serían las realmente necesarias.
Ahí es donde entra en juego el azar, crear un sistema de mutaciones que se produjera de manera aleatoria, en cualquiera de las facetas que los gametos representan en la línea genética, daba la posibilidad de tener una cantidad indeterminada de modificaciones con respecto al individuo base, que podían ser buenas o no, el caso era que se produjeran, pero algo tendría que limitar la expansión de las que no fueran buenas para la especie.
Y llegamos a la selección natural, esas modificaciones producidas por las mutaciones aleatorias, las criba la selección de la naturaleza, haciendo que los individuos que tengan mejores propiedades para vivir en su medio sobrevivan y trasmitan su código genético y los que tengan las peores mueran sin reproducirse.
Pero hay que cubrir la posibilidad de que una mutación hoy perjudicial mañana pueda ser necesaria, bien pues para eso están los alelos recesivos y los dominantes, ante una población que desarrolla una mutación que necesita, probablemente los paternales y los F1 que no desarrollen la mutación no sobrevivan y la línea genética acabe con el gen dominante y pase a ser el dominante el que antes era recesivo, pues no existiría dominio alguno sobre él.
Ante una población que no lo necesite, por ejemplo una coloración concreta, como puede ser la verde, quizás la población base no necesite disponer de esa coloración porque habita en un rio con piedras y troncos, pero sin vegetación, y una coloración como la marrón le permite mejor zafarse de sus depredadores, pues el alelo recesivo queda entre la población base sin aparecer, y si aparece es cortado de raíz por la selección natural, y se mantiene de forma recesiva latente entre sus individuos.
Llegado el caso que por migración, desborde del rio o cualquier otra circunstancia, parte de esa población acaba en una zona en que las plantas verdes dominan el medio o unas plantas acaban en su medio y lo colonizan, y a partir de ese momento es más importante la coloración verde que la marrón, en esa cepa del individuo base, lógicamente los depredadores de ese área acabarán con los individuos marrones antes que con los verdes, y con ellos morirá el gen dominante marrón convirtiéndose entonces el verde en dominante al no disponer de uno que lo supere. Esto se puede extrapolar a tamaño, fisonomía, sistema de reproducción, forma y tipo de alimentación, parámetros del medio, temperaturas o saturaciones de oxigeno, y un largo etc…
Así hubiera diseñado yo la evolución, y supongo que en algo se parecerá a la que tenemos, no tiene más base científica que la de Darwin y Mendel, así que es posible que haya dicho alguna barbaridad, pero es lo que pienso a día de hoy sobre el tema.
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