Las enfermedades trasmitidas por genes dominantes son poco frecuentes porque se manifiestan en heterocigosis por lo que son fácilmente detectables (no hay portadores sanos porque el que lleva un sólo gen ya padece la enfermedad y uno de sus padres, abuelos, etc también tenían la enfermedad) y es poco probable que se reproduzcan. Por eso casi todas las enfermedades hereditarias son trasmitidas por genes recesivos: tanto el padre como la madre deben ser portadores sanos de la enfermedad (heterocigóticos para un gen recesivo). Es evidente que si tú tienes a un pez portador sano de un gen recesivo de una enfermedad, las probabilidades de que al cruzarlo con otro pez no emparentado tenga el mismo gen es muchiiiiisimo menos probable que si el pez con el que lo cruzas es un hermano.Hola Emilio, me agrada mucho encontrar con quien discutir sobre estos temas.
Si bien es cierto que la mayoría de las mutaciones son recesivas, y que la mayoría de las mutaciones son de pérdida de función, el hecho de que sean recesivas no lleva implícito que sean de pérdida de función. El alelo Gold en Pterophyllum, entre otros alelos del género, es un ejemplo de ello.
Hablar de las probabilidades de heredar taras genéticas se refiere a las probabilidades de que los parentales posean taras en su pool genético. Esto no contradice lo que dices, pero tampoco lo que digo. Para que me entiendas: si cruzas a dos hermanos de una familia no portadora de hemofilia es muy poco probable que sus hijos sean hemofílicos.
La pérdida de la resistencia a las enfermedades también se puede atribuir al limitado contacto con posibles agentes infecciosos a los que están expuestos los animales domésticos, lo que impide el desarrollo de anticuerpos.
El vigor híbrido no solo proviene de las cruzas con animales silvestres. Los criadores de ganado (vacuno, caprino, ovino y cualquier otro animal doméstico) usan cruzas entre distintas razas cultivadas para lograr esto.
Lo otro que dices sí es cierto: el vigor genético también se aporta cuando cruzas con otra raza, no necesariamente con ejemplares salvajes. Al cruzar con otra raza estás añadiendo genes de los que una carece a la otra. Pero si son dos razas domésticas, con años de entrecruzamientos endogámicos, la pobreza genética es grande y los genes nuevos aportados son menos que los que aporta un ejemplar salvaje que tiene un pool genético de inmunidad natural intacto.